España empezó levantando grandes expectativas tras la vistosa goleada 4-0 a Ucrania del primer partido y su posterior clasificación como primera de grupo a los octavos de final. Aragonés le dio el mando del equipo situándolo como mediocentro organizador, para iniciar todo el juego de la selección. En 2006, camisetas del barcelona afrontaría su segunda participación en un Mundial ya como titular indiscutible y con un papel destacado dentro de la selección.